La gestión clara de las implicaciones legales de cada fase del desarrollo inmobiliario, es esencial para proteger tu negocio y asegurar operaciones sin contratiempos. Cumplir con la Ley Antilavado es imperativo, la documentación eficiente sobre el origen de las aportaciones elimina riesgos, multas y sanciones. Te ayudamos a blindar tu inversión, mantener la fluidez de los proyectos y fortalecer la confianza de bancos, inversionistas y compradores.

Si estás en el negocio del desarrollo inmobiliario, sabes que levantar un proyecto va mucho más allá de construir: hay que conseguir el dinero, echarlo a andar y vender. Suena simple, pero no lo es. Cada etapa trae presión, riesgos y decisiones que no dan margen para el error. Primero viene el financiamiento. Puede ser crédito puente, preventa, inversionistas, recursos propios o una mezcla de todo. Puede haber una diversificación, que conlleva una gran complejidad: aportaciones de terreno, los costos en préstamos bancarios o no bancarios, contratos y registro de preventas, riesgos de diversos esquemas fiscales o la exposición personal cuando usas tu propio capital. Si además no está claro o documentado de dónde vienen los recursos, el proyecto puede levantar alertas, aunque todo sea legítimo. Después vienen las ventas. Y ahí el panorama también es delicado: ¿se aceptó efectivo?, ¿se firmó una promesa de compraventa?, ¿bajo qué concepto se está registrando ese ingreso?, ¿el comprador es quien dice ser?, ¿intercambios con proveedores? Sabemos que el ritmo de la obra no espera y que el área comercial no puede detener su trabajo, pero cuando no se cumplen los requisitos legales, el riesgo aparece. Y no es menor: bloqueos de cuentas, multas millonarias, auditorías… o algo peor, que afecte tu reputación ante bancos o inversionistas. No necesitas que te lo expliquen, lo estás viviendo. Nosotros estamos aquí porque entendemos esas situaciones críticas, ese ritmo y esos puntos ciegos que el negocio trae. Y podemos ayudarte a cubrirlos con estructura legal y visión de negocio.
En Feregrino entendemos esa realidad porque llevamos años trabajando junto a desarrolladores como tú. Sabemos que tu prioridad es que el proyecto avance sin obstáculos, que la inversión esté segura y que las ventas no se detengan. Nuestro trabajo es que eso suceda, cumpliendo con todas las obligaciones de la Ley Antilavado sin frenar tu operación.
Te acompañamos desde el origen del financiamiento. Revisamos contigo cómo entran los recursos —créditos, fideicomisos, aportaciones de inversionistas, preventas o capital propio— y aseguramos que cada uno esté respaldado legal y documentalmente. Lo hacemos con criterios reales, entendiendo tu modelo y tus tiempos.
Durante la comercialización, te ayudamos a gestionar de forma segura las promesas de compraventa, anticipos, pagos en efectivo y la identificación de los compradores y beneficiarios. Si existe un punto vulnerable, lo detectamos antes de que se convierta en un problema.
También diseñamos e implementamos los procesos que exige la ley: presentación de avisos, manuales, políticas, expediente de clientes, controles internos. Y si ya estás enfrentando un requerimiento o multa, también te defendemos: conocemos los criterios de la autoridad y actuamos con precisión legal y visión de negocio.
No vendemos soluciones genéricas. Construimos contigo una estrategia legal que te permita avanzar con certidumbre, sostener tu operación frente a cualquier revisión y generar confianza ante bancos, inversionistas y compradores.
Vende con tranquilidad protegiendo legalmente cada operación. Ganas confianza, protección legal y seguridad para cerrar tratos sin frenar el proceso comercial.
Formaliza tu rol como intermediario para evitar responsabilidades ajenas. Te ayudamos a estructurar legalmente tu participación y cumplir sin afectar tu operación ni tu reputación.
Rentar inmuebles de alto valor, te podría hacer sujeto a obligaciones antilavado. Cumple desde el inicio y evita contingencias legales que pueden afectar tu patrimonio.
Actuar a cuenta de terceros implica obligaciones legales, te coloca en el centro de la operación. Cumple y documenta correctamente tu servicio profesional, separando la relación de confianza de una contingencia legal o profesional.
Identificar quién tiene el control real de una persona moral y las partes de un fideicomiso es una obligación del Código Fiscal. Cumplir esta obligación evita multas, auditorías y pérdida de credibilidad ante el SAT.
Enfrenta sanciones o actos de autoridad con una defensa jurídica sólida y especializada. Protege la operación de tu negocio frente a resoluciones del SAT, CNBV o UIF sin comprometer la continuidad comercial.
Prevé conflictos y soluciona controversias sin pasar por jueces y tribunales, resuelve disputas de forma legal, privada, efectiva y económica a través de justicia alternativa.
Recupera saldos a favor con respaldo legal y orden fiscal. Un trámite bien ejecutado mejora tu liquidez y refleja un cumplimiento sólido frente al SAT.
Y hagamos algo grande